Diferencia entre pesadillas y terrores nocturnos
Qué vamos a ver en el artículo de hoy:
¿Qué son los terrores nocturnos?
¿Cómo saber cuando se trata de pesadillas o de terrores nocturnos?
Síntomas
Pautas
Tratamiento
Hoy, lunes 11 de septiembre de 2023, es LA VUELTA AL COLE y queremos dedicar este artículo a los más pequeños de la casa y a esos padres y madres preocupados por sus hijos e hijas. Es cierto que hay adultos que padecen estos terrores nocturnos, pero suelen ser réplicas de nuestra etapa infantil. Se producen de manera más habitual entre las edades de 3 a 7 años y desde ya os decimos que no tienen repercusiones psicológicas en ellos/ellas.
Definición de Terrores Nocturnos
Según la Asociación Española de Pediatría, los terrores nocturnos son episodios repentinos de terror aparente durante el sueño, más frecuentes durante el primer tercio de la noche (la fase de sueño más profundo). Apenas duran unos minutos y finalizan de forma espontánea, sin despertar al niño. Suelen comenzar con un grito o llanto, junto a muestras de miedo o agitación (respiración rápida, sudoración, taquicardia…). Aunque mantiene los ojos abiertos y la mirada fija, el niño no ve ni oye lo que está ocurriendo, ya que, en realidad, permanece dormido; tampoco responde a estímulos externos ni suele recordar lo sucedido.
Es cierto que los terrores nocturnos pueden asustarte, pero queremos aclarar que NO CAUSAN DAÑOS PSICOLÓGICOS. Los niños/as que los padecen no suelen recordar los episodios y se suelen cesar sin tener que intervenir pasado un tiempo.
Diferencia entre Pesadillas y Terrores Nocturnos
Las pesadillas se caracterizan por:
- Suceden durante la fase REM del sueño.
- Suelen provocar el despertar del pequeño o pequeña. Además de hacerlo asustados y con miedo.
- No van acompañados de acciones físicas ni vocales.
- Son muy comunes y no solo durante la infancia.
Las características de los terrores nocturnos son:
- Suceden en la primera fase del sueño, cuando se duerme de manera más profunda.
- El niño o niña sigue durmiendo cuando finaliza el terror nocturno y al despertar no recuerdan nada de lo sucedido.
- Son menos comunes.
- Van acompañados de comportamientos físicos y vocales.
Síntomas
- Sentarse en la cama o dónde se hayan dormido de manera repentina.
- Gritos de angustia.
- Empiezan a respirar de manera agitada.
- Ritmo cardiaco acelerado.
- Abundante sudor.
- Muy asustados.
- Se mueven mucho, incluso pueden llegar a dar patadas o puñetazos.
- Pupilas dilatadas.
- Abren los ojos, pero miran alrededor de manera muy confusa. Mirada perdida.
- No hablan ni responden.
- No reaccionan cuando se le está consolando.

Niña durmiendo plácidamente después de tener un episodio de terrores nocturnos.
Pautas
¿Qué hacer ante un terror nocturno?
- Evita despertara tu hijo/a durante un episodio de terror nocturno, solo conseguirás confundirlo y desorientarlo.
- En el caso en el que tu hijo/a se haya dormido en un lugar que no es su cama, guíalo hasta ella.
- Mantente cerca de él o ella si crees que puede hacerse daño.
- Implantar rutinas para preparar el sueño es esencial para un buen descanso y reducir los posibles terrores nocturnos que puedan surgir. Podéis leer en nuestros artículos anteriores “La higiene del sueño”.
- Intenta consolar a tu hijo o hija mientras está teniendo un episodio, sin llegar a despertar, con palabras de cariño y desde la tranquilidad. Algo que suele ser eficaz es
- Es importante saber que no recordarán los terrores nocturnos cuando despierten, pero puede ser una señal de que algo les preocupa y se está manifestando a través de estos episodios. Trata de hablar con él o ella, pero cuando te sientas tranquila/o ya que, de lo contrario, aumentará su nerviosismo y ansiedad.
Tratamiento
No suele ser necesario el tratamiento ya que son episodios muy esporádicos y que van disminuyendo con el tiempo. Suelen desaparecer de manera natural pasado un tiempo.
En el caso de que los terrores nocturnos presenten un peligro de lesiones tanto al que los sufre como a los familiares ya debería tratarse de manera psicológica buscando el foco del problema y por qué se produce. En la mayoría de casos es por estrés infantil o por un trastorno del sueño más severo.
Si conocéis algún caso así o estáis pasando por esta situación y necesitáis ayuda contactarnos:
Método Vincii
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