La terapia de pareja es una de las partes más gratificante y complejas de la psicología. Llevo años trabajando en este sector, y por consecuencia trabajando con diferentes tipo de parejas, y es bonito ver cómo dos personas, hombre-mujer, hombre-hombre, mujer-mujer, se comportan una vez se conocen, los pasos que siguen, en los tiempos en los que lo hacen y de lo adecuado o no ellos; y ver cómo se hacen las siguientes preguntas:
¿Qué es lo correcto?
¿Qué hacer en la primera cita?
¿Sexo desde el primer encuentro?
¿Cada cuánto tienen que haber relaciones sexuales?
¿Cuando usar la palabra pareja?
¿En qué momento se formaliza algo?
¿Cuáles son los plazos para que dos personas se vayan a vivir juntas?
¿Es recomendable vivir en pareja o mejor cada uno disponer de su espacio y sólo compartir en momentos puntuales?
¿Relación abierta o cerrada?
¿En momentos puntuales o siempre?
¿Cuánto más sexo mejor va la relación?
¿Qué tengamos todo en común o mejor nada?
¿Cuántas peleas diarias son insanas? ¿Semanales? ¿Mensuales? ¿Ninguna nunca?
¿Cuándo hacer una presentación oficial? ¿O mejor no hacerla?
¿Economía compartida?
¿Crear proyectos juntos o mejor que cada uno tenga los suyos personales?
¿Amor y trabajo buena combinación?
¿Animales domésticos? ¿Primer paso para los hijos?
¿Hijos sí o hijos no?
¿Boda sí? ¿Boda no?
Y así miles y miles de dudas que van surgiendo y, pese a que puedas pensar que la mayoría de lectores de este blog han respondido lo mismo que tú, lo cierto es que no. Lo cierto es que cada uno de nosotros somos diferentes, lo cual hace que cada uno de nosotros pensemos de una manera diferente, sintamos de una manera diferente y, por tanto, actuemos de una manera diferente y acabemos construyendo relaciones diferentes. Incluso siendo nosotros mismo “la misma” persona construimos relaciones distintas con las distintas personas que van apareciendo en nuestro camino a lo largo de nuestra vida.
Y lo cierto es que no hay ni mejor ni peor, ni respuestas correctas e incorrectas en todo esto. Lo cierto y real es que una relación debe estar basada en el respeto y el amor al otro y mientras eso esté, lo demás no importa. No importa si tenéis hijos o si os casáis o si no hacéis ninguna de las dos. Si os vais a vivir juntos al mes o nunca, si tenéis más o menos sexo, si compartís más o menos espacio, más o menos aficiones, más o menos situaciones. Lo importante en una pareja es saber qué es lo más importante y actuar con lógica.
Respeto siempre.
Amor para siempre.
Imagen: desconocido
Texto: Mercedes Alberola 674-276-701