Lo que de verdad importa y estamos olvidando

Martes, 3 de octubre de 2017

 

«Nunca noté afecto», «No sentía que mi madre me quisiera», «Mi padre nunca me dio muestras de afecto», «Nunca me dio un beso», «Nunca me dio un abrazo» o «No tengo recuerdos agradables con él/ella».

Estas son algunas de las frases que he escuchado a diario a lo largo de mi carrera profesional y no puedo evitar hacerme la siguiente pregunta: ¿Qué estamos haciendo? Quiero decir, si lo más importante en esta vida es dar a otros y recibir de otros amor, si la magia de la vida es querer a los demás y ser querido/a por ellos, si la gracia del asunto consiste en besar, tocar, acariciar, abrazar y que te abracen, acaricien y besen; y no lo estamos haciendo, si no estamos compartiendo eso entonces, ¿a qué estamos jugando?

Atiendo a diario en mi consulta de psicología a personas lesionadas por la desatención temprana, es decir, padres y madres que se olvidaron de tocar, besar, abrazar y decir lo mucho que querían a sus hijos/as. Personas completamente carentes de afecto; personas que se sienten solas, deseosas de que alguien venga y las abrace o las bese. Con bloqueos emocionales que les incapacitan en su día a día, en sus relaciones personales e incluso en la totalidad de los casos habiendo somatizado estos aspectos y habiendo provocado esto lesiones a nivel físico o problemas de salud como trastornos, síndromes, etc . Entonces, ¿qué está pasando?

¿Cuál es el motivo por el que no nos dejamos de tanto envoltorio y nos dedicamos a lo que de verdad importa?. ¿Qué está haciendo que no nos dedicamos a prestar más atención a los que tenemos al lado, a tocarnos, a abrazarnos y estar más con el otro?

Dediquemos tiempo a lo que de verdad importa.

Toca. Besa. Abraza. Quiere.

Los demás lo agradecerán. Tú lo agradecerás.

 

Jueves, 27 de enero de 2022

 

Hoy me he topado con uno de mis blog más antiguos. Me he encontrado con mi yo del pasado entre líneas que me han hecho reflexionar y que he querido volver a compartir con vosotros/as.

Resultan curiosas mis letras, reflejo de pensamientos y percepciones allá por el 2017, cuando ni nos imaginábamos que tres años más tarde añadiríamos a lo cotidiano palabras como COVID, pandemia, cuarentena, encierro…

Si ya por aquel entonces era consciente de la importancia del apego, del roce, de un abrazo,… no os podéis ni imaginar lo que es hoy, como han aumentado los casos de depresión y ansiedad en mi consulta debido a esta crisis sanitaria (física, pero sobre todo mental). Porque este virus nos arrebata mucho más que la salud, y yo me pregunto:

«¿Qué va a ser de las generaciones futuras? ¿Cómo crecerán los niños y niñas de hoy en día si les estamos quitando la esencia de la vida?»

MÉTODO VINCII
Mercedes Alberola
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