Dentro de las cinco emociones básicas que muchos autores señalan como las primarias y quizás las más importantes, me gustaría hablar hoy de la tristeza.
Es probablemente la emoción con la que menos nos guste coincidir, de hecho, muchos de nosotros mostramos fuertes resistencias a la hora de conectar con ella, sentimos incomodidad y miedo de quedarnos atrapados en ella sin poder salir. Lo cual hace que huyamos de ella a través de personas, objetos, actividades u otros estados anímicos que nos hagan salir fácilmente de ella (la risa siempre es una buena vía de escape).
Muchos de los pacientes que acuden a Método Vincii para trabajar su adición, suelen utilizar el consumo como fuente de evasión para no conectar con la tristeza, pero no sólo un consumidor hace ésto sino que todos en un momento dado hemos desconectado de ella por miedo al qué pasará, a quedarnos «atrapados» en ella o qué dirán los demás.
En nuestra sociedad está mal visto el conectar con una emoción como la tristeza. Se nos pide continuamente estar alegres y felices y cualquier gesto de tristeza es rechazado.
¿Cuantas veces has animado a alguien para que salga de la tristeza? ¿Lo has hecho por protección al otro o por auto-protección?
Si estás en un momento vital en el que te invade la tristeza y no estás sabiendo gestionarla. Desde Método Vincii te podemos ayudar.
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