¿De qué se trata?
¿A qué nos referimos cuando hablamos de Estilo Comunicativo Negativo?
¿Alguna vez os habéis detenido a pensar cómo influyen la manera en la que nos hablamos? ¿Incluso la forma en la que de pequeños nuestros padres se comunicaban con nosotros? ¿Creéis que tiene relación? ¿Es posible corregirlo y convertirlo en algo positivo?
La importancia de cómo nos comunicamos con nosotros mismos parte de cómo se comunicaban con nosotros cuando éramos pequeños. En algunas ocasiones algunos padres se han relacionado con sus hijos desde la queja o desde lo que en Método Vincii llamamos Estilo Comunicativo Negativo.
Este estilo lo señalamos como aquel en la que la negatividad, y la falta de refuerzo o de “premios” son los más característicos. No se termina de apreciar o valorar las acciones que la persona realiza de forma positiva sino que nos quedamos con la sensación de todas aquellas cosas que se podían haber hecho mejor.
Es en esta comunicación cuando la persona empieza a tomar conciencia de manera repetitiva de los aspectos negativos de su personalidad y de sus actuaciones, provocando en su mente un asentamiento que en la mayoría de ocasiones llega hasta la fase adulta generando la mayoría de los problemas que más tarde nos encontramos; la mayoría de ellos relacionados con el auto-concepto. Pensamientos y maneras de relacionarnos con nosotros mismos que afectan a nuestra autoestima y a nuestra manera de enfrentar y relacionarnos con el mundo y sobretodo con nuestro propio ser.
En ocasiones, llegan a la consulta personas que se encuentran pérdidas, desorientadas, con sensación de inferioridad y falta de confianza en ellos mismos. Al comenzar el trabajo terapéutico es cuando nos damos cuenta de que esas personas, en muchas de las ocasiones, han recibido en su infancia un estilo comunicativo negativo que han adoptado como propio y el cual, en muchos de los casos, se encuentra agravado por muchos pensamientos irracionales o distorsionados (*véase artículo publicado por Método Vincii ) con los que hay que ir haciendo un gran trabajo de reformulación y pensamiento en positivo; rompiendo así con todos aquellos introyectos que se crearon en un momento pasado de nuestra vida y que en el momento presente nos incapacitan para avanzar y sentir que nuestra salud mental está en buen estado.
Para combatirlo este tipo de estilo, lo mejor es:
-Una comunicación positiva y cercana con nosotros mismos.
-Centrarnos en todas aquellas cosas que hacemos bien.
-Valorar pequeños gestos del día a día y todos los avances que hemos ido realizando.
-Ser conscientes que en todos nosotros siempre existen aspectos positivos y poner el foco en ellos ayuda a nuestra salud mental y bienestar.
Para terminar este artículo que espero que os guste y os sirva en vuestro crecimiento personal os dejo una frase que me encanta.
«Usted mismo, tanto como cualquier otro en el universo entero, merece su amor y afecto», Buda.
Método Vincii
Mercedes Alberola
674276701