El 14 de febrero está establecido como el día del amor, ese día en el que se celebra el poder tener al lado una pareja con la que estar y compartir. Un día en el que mostrar y agradecer el poder caminar en nuestra vida con esa persona a la que amamos.
Con el tiempo, las sociedad ha ido cambiando e incluyendo en este concepto del AMOR, la amistad y el encuentro con otros. Haciéndonos ver como no sólo podemos encontrarlo en una pareja sino también en otras fuentes como amigos o incluso en nuestra propia familia. Ampliando así la palabra AMOR y haciéndonos tomar conciencia de otras maneras de entenderla.
Desde Método Vincii queremos seguir incluyendo otras formas de entender el AMOR y pondremos el foco en el AUTO-AMOR.
Cuando hablamos de este término nos referimos a lo que muchas veces trabajamos con nuestros pacientes en consulta. Al hecho de restablecer el vínculo con nosotros mismos. En la mayoría de ocasiones ponemos el foco en el vínculo con los otros, en el reconocimiento externo, lo cual es fuente de grandes situaciones de angustia y frustración, ya que en el momento que la fuente externa deja de suministrar ese alimento llamado AMOR, parte (o incluso la totalidad) de nuestro bienestar, se marcha con el otro
Debemos ser capaces de vincularnos con nosotros mismos
Nos criamos en un mundo en el que al nacer dependemos total y absolutamente del otro y esa forma se va asentando como manera de relacionarnos con los demás, provocando en nosotros una dependencia. En Método Vincii, somos expertos en las dependencias y sabemos que la clave está en reaprender, es decir, en ser capaces de vincularnos con nosotros mismo y ser nosotros los que nos cuidemos y nos suministremos ese AMOR. Cambiando de esta manera la dependencia externa por el propio sostén interno.
Ésto nos permitirá mejorar nuestra relación con nosotros mismos ya que nos aportará una sensación de empoderamiento y bienestar fundamentales en el desarrollo personal y en el propio crecimiento como seres humanos. Y además, nos ayudará a mejorar nuestra relación con los demás porque ya no será una relación demandante en la que dependeremos del otro y en la que podamos correr el riesgo de “asfixiar” a la otra perdona, sino que el otro podrá sentirse y disfrutar con nosotros en plena libertad; sin ataduras ni demandas que le fuercen a sostenernos y proporcionarnos un “alimento” que sólo nosotros podemos darnos.
«Vinculémonos con nosotros mismos.
Amémonos a nosotros mismos».
Método Vincii
674-276-701