Hoy seré breve y directa.
Hoy dedicaré este espacio a hablar de la apertura emocional.
Y simplemente te diré que eres mucho más bonito cuando te muestras vulnerable.
Sin hachas y sin garras. Cuando eres transparente y te enseñas al de enfrente.
Cuando ríes, cuando lloras, cuando expresas lo que sientes.
Cuando te abres sin miedo a qué puedan pensar los demás o a qué pueda suceder.
Sin temor a ser juzgado y encarcelado o desterrado al castigo del olvido.
Cuando decides hablar y sacar todo lo que llevas dentro.
Cuando compartes tus emociones sin temores.
Cuando te muestras vulnerable y frágil, sincero y directo.
Consciente de tus emociones y valiente al sacarlas.
Sin pretensiones ni superioridad.
Simplemente humanidad.
Simplemente sencillez.
Simplemente tú.
Bello y humano.
Imagen: desconocido
Texto: Mercedes Alberola